“A SIETE KM DE PIURA QUEDA EL...”
DEL AUTOR ALONSO CARMEN AQUINO.
En esta ocasión en PASEOS LITERARIOS, me toca comentar y analizar una obra piurana recién presentada el 12 de noviembre último en la Pinacoteca de la Municipalidad de Piura. Su autor el profesor Alonso Carmen Aquino, especialista en el área de Educación Física donde ha obtenido lauros importantes a nivel de la región. Ex colega en la institución educativa Nuestra Señora de Fátima, he sido testigo de esa gran pasión con que tomaba los entrenamientos de vóley en el que él destaca, sin embargo, hoy no interesa su arista deportiva sino la literaria. Recuerdo que una vez, me presentó un pequeño escrito, casi un folleto donde hacía un breve reconocimiento a los grandes de la cumbia piurana entre ellos a Percy Capuñay de Armonía 10 y lo leí y de inmediato me impactó su prosa, ese lenguaje con el que se comunicaba y le dije: Haz una novela con ese lenguaje, con esa prosa. Cabe destacar directa y actual que conectaba con el lector. Hoy se presentó esa oportunidad cuando ha presentado su libro denominado “A SIETE KM DE PIURA QUEDA EL..”., titulo sugestivo para presentar un tema que imagino su autor lo llevaba en su interior con esas ganas de dar a conocer hasta que ha salido a la luz con un lenguaje que captura al lector, con esa conexión que nos permite ubicarnos en esa Piura de los años sesenta, setenta y narrarnos una temática ya tratada por otros autores pero que Alonso Carmen Aquino nos la presenta más cercana a nuestra realidad. No pretendo decir que sea una segunda “Casa Verde” porque esta novela está estructurada en una especialísima gama de técnicas literarias, pero el tema es el mismo. Carmen Aquino nos presenta la fundación de un burdel conocido hasta en la actualidad en Piura, así claro y sin tapujos, tal como aquel lejano Anselmo venido de la selva quiso fundar la Casa Verde y que según la versión de nuestro Nobel Vargas LLosa fue un escándalo mayúsculo en nuestra Piura y que por intervención del cura se tuvo que cerrar por atentar contra las buenas costumbres y moral piuranas. Carmen Aquino en su obra nos presenta a dos nuevos personajes que participan de esta idea. “Piura va a crecer, no se va a quedar así de pequeña como está, vendrán otros tiempos y Piura, no se puede quedar rezagada. Y tú verás los cambios que se producirán. Entonces, ese burdel tiene que estar ya” son las palabras con que el personaje don Pepe junto a su hombre de confianza José Calisaya, dan inicio a un proyecto y que como todos los proyectos quiere tesón y decisión. Los tiempos avanzan, es ineludible querer escapar a lo que traen los nuevos tiempos en los diferentes ámbitos sociales y según los personajes Piura no podía quedarse rezagada de lo que se comentaba ya había en la capital Lima. Estos personajes don Pepe en calidad de empresario con una visión económica junto a José un hombre que no sabía ni leer ni escribir, pero con un espíritu ambicioso y como él dice: “Yo no le corro al trabajo”, es que inician con las precauciones del caso para ya no cometer los errores de Anselmo de la Casa Verde, la construcción del local. Es evidente el cuidado que tuvieron para hacerlo, la distancia de Piura fue lo principal que tuvieron en cuenta, no debería estar cerca de la ciudad y se embarcan en su carro y llegan a siete kilómetros de la ciudad en la ruta a Sullana. Allí lo ubicaron y el resto ya se difundió como se difunden los comentarios y rumores. Carmen Aquino también nos presenta el drama de las damas que vinieron a formar de ese ambiente. Venidas de familias disfuncionales, con un pasado lleno de violencia y que muchas quizá no tuvieron otra alternativa que ser protagonistas del mundo que nos narra el autor. Él las llama Sandra, Jesica, Marcela, etc, nombres de mujeres a las que el autor no acusa, ni existe la más mínima adjetivación y menosprecio. Las presenta expuestas a la violencia constante de quienes buscan aprovecharse de ellas y las ven como “minas” que en términos de la jerga de ese contexto significa explotación y vivir a costas de ellas. En el texto también se rescata las imágenes de esa Piura pequeña de ese entonces y como dice el autor: “Era el año1954, Piura era un villorrio, apenas unas calles transitables con unos cuantos carros, sus barrios eran pequeños, el más populoso era el barrio Buenos Aires. Muy pequeño era Pachitea, donde sobresalía la Mangachería y por la parte sur, estaba la Gallinacera...al otro lado del río, estaba Castilla muy pequeña con unos cuantos barrios. Piura era todo eso con muchas cantinas, chicheríos y algunas picanterías donde los piuranos, de ese entonces amenguaban el sol piurano”. Una obra interesante que también nos presenta la farándula piurana de esos tiempos que se fueron y no volverán pero que nos ubica en el contexto de nuestra Piura moderna y actual.