Sobre la obra: “EL MUNDO COMO VOLUNTAD Y REPRESENTACIÓN”
Comentar una obra filosófica es un poco complicado, sin embargo, cuando el aporte ha sido muy claro y dicha obra ha fomentado un cambio de mentalidad en el pensamiento humano es un hito en la humanidad. Esta vez quiero comentar una obra fundamental como “El Mundo como Voluntad y Representación” del filósofo alemán Arturo Schopenhauer (1788-1860). Su obra resuelve parte de la incógnita del ser humano y que nos ayuda a tener una actitud más comprensiva del comporta miento humano. El ser humano dice es “el único animal metafísico” que es consciente de su existencia y de su final producto de su capacidad racional frente al mundo que le rodea, pero también es parte de él porque por medio del cuerpo se une a la fuerza de la naturaleza. De allí surge la fuerza o la voluntad del querer que el ser humano tiene en sí mismo y que es fuente de sus anhelos de este mundo. No satisfacer esa voluntad de su querer es fuente de tristeza, de melancolía o de lo que puede llamarse la infelicidad o la insatisfacción de la vida. Dicha voluntad o querer que mueve al ser humando dice el filósofo es irracional como lo es la naturaleza que busca procrearse y defender la vida. El niño desde que nace viene con la voluntad de vivir, con ese querer irracional de satisfacción nadie le enseña eso, sin embargo, el poder de la razón o el intelecto le ayudará posteriormente a que esa fuerza irracional de su querer tiene que ser moldeada y controlada para vivir dentro de las convenciones sociales. Sin embargo, este autor llega a la conclusión que esta fuerza de la voluntad humana tiene su rol fundamental en las acciones humanas y es anterior al intelecto y se constituye en una de las fuerzas fundamentales similares a la gravedad y otras fuerzas que interactúan en la naturaleza. Obra representativa de este autor que a sus treinta años la dio a conocer al mundo (1818) pero que al momento de su publicación pasó desaperciba quizá por no ser fácil su comprensión en su época y debido a que rompía con la idea clásica de la superioridad de la razón, posición con la que él discrepó y nos da un punto de vista diferente.